En este apartado verás cuáles son las fases del proyecto.
En este apartado se presentan la organización del proyecto.
A lo largo de los últimos años, se ha observado que los procesos participativos se han convertido en una herramienta clave en la agenda pública para entender las necesidades de la ciudadanía y buscar formas de satisfacerlas. Si bien, tradicionalmente son las administraciones públicas las encargadas de liderar estos procesos, cada vez más surgen iniciativas desde las propias comunidades con el fin de abordar sus inquietudes, necesidades y deseos, y encontrar soluciones desde una perspectiva comunitaria.
A continuación, se presentan los principios fundamentales para asegurar que la acción comunitaria sea efectiva y respetuosa con la comunidad:
Crear circunstancias que promuevan el desarrollo de vínculos basados en la comprensión y seguridad mutuas.
Es fundamental garantizar las condiciones de comunicación y escucha, negociación y acuerdo, y estimular la colaboración entre la ciudadanía, la sociedad civil organizada y los agentes públicos. De esta manera, se fortalecen los vínculos y promueve la cohesión social, evitando la autoexclusión y abandono de aquellas personas que tienen mucho que aportar al proceso participativo.
Garantizar la participación de todas las personas afectadas.
Trabajar con redes y organizaciones comunitarias.
Trabajar la comunicación y escucha activa.
Disponer de una portavocía compartida y diversa.
Compartir conocimientos y aprendizaje.
Apoyar estrategias de cocreación.
Evaluar de manera conjunta el proceso participativo.
Promover la inclusión y representación de diferentes miembros de la comunidad local en la formación de grupos impulsores y en la toma de decisiones.
Con el fin de asegurar la inclusión de todas las necesidades, fortalezas y capacidades locales en un proceso participativo, es fundamental que los líderes del proceso se aseguren de la participación de todos los grupos sociales, especialmente aquellos con mayor riesgo de tener indicadores de salud desfavorables. Esto asegurará la obtención de una diversidad de enfoques y perspectivas.
Identificar la diversidad de la comunidad y encontrar representantes de diferentes personas y organizaciones.
Identificar barreras para la participación y buscar estrategias para superarlas, especialmente para grupos vulnerables o aislados.
Incluir la participación de niños y adolescentes en procesos participativos.
Utilizar un lenguaje inclusivo y claro en todo el proceso participativo.
Asegurar la diversidad de la comunidad en la formación de grupos motores
Promover el empoderamiento de la comunidad y su habilidad de autodeterminación y coordinación.
Si la salud depende de las circunstancias en las que las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen, son las personas que viven en un determinado territorio quienes conocen sus preferencias y necesidades. De ahí la importancia de poner en valor todos aquellos hechos, acontecimientos o acciones que elevan el grado de autonomía de la comunidad y aquello que refuerza la creatividad y la capacidad de autogestión de la misma.
Definir y comunicar claramente el objetivo del proceso participativo y las reglas de juego.
Establecer una forma de trabajo efectiva y consensuada por todos los participantes.
Identificar y recoger las necesidades y prioridades locales.
Valorar y aprovechar las fortalezas y capacidades de las comunidades locales.